Triumph Bonneville
Quizás sea la moto de nuestra selección que más se ha utilizado en trabajos de personalización desde su aparición. Por un lado debido a su veteranía entre nosotros, lleva desde 2001 en el catálogo de la firma de Hinckley. Por otro, a causa de que su estilo se ha brindado a ello.
Durante estos quince años, además de ver aumentada su cilindrada de los 790cc iniciales, hasta los 900cc y 1.200 actuales, la Bonnie ha recibido multitud de cambios, como inyección electrónica, refrigeración líquida, ABS y hasta control de tracción. En el terreno estético se ha desdoblado en varias versiones y ha sido acompañada en el catálogo de algunos modelos que partían de su base, como es el caso de la Thruxton y la Scrambler. Actualmente, además de las T100–120 (dependiendo de la cilindrada) de corte más clásico y la urbana Street Twin, la familia Bonneville ha recibido un modelo de enmarcado en el segmento custom, la Bobber y una cafe racer denominada Street Cup, que junto con la Thruxton 1200 completan el apartado más deportivo.
Con esta cantidad de variantes y como ocurre también en el caso de BMW o Ducati, es casi imposible que no encontremos una candidata para nuestro proyecto. A esto, una vez más, hay que añadir la posibilidad que nos ofrece Triumph de adquirir un sinfín de accesorios creados exprofeso para realizar una personalización “de andar por casa”.
Para proyectos de mayor envergadura, si nos decidimos finalmente por la Bonneville, tendremos la ventaja de contar con cientos de preparaciones que nos sirvan como fuente de inspiración para llevar a cabo nuestro proyecto. Y gracias a todos los cambios recibidos en los últimos años, cuenta con una parte mecánica totalmente actual.
La cifra por la que podemos hacernos con una Bonneville comienza en los 9.000 € de la Street Twin, un precio más que interesante para comenzar a construir tu propia leyenda.