Los tejanos de Revival Cycles meten mano a una Royal Enfield Interceptor 650 hasta convertirla en una radical scrambler que cambia el negro asfalto por la polvorienta arena del desierto.
Desde su aparición en el mercado la Royal Enfield Interceptor 650 se ha convertido en uno de los modelos preferidos por los constructores de motos para realizar sus creaciones. Prueba de ello es esta Revival X Royal Enfield Desert Runner 650, uno de los últimos trabajos del taller Revival Cycles, con el que parecen animar a la firma india al lanzamiento de una bicilíndrica con un enfoque más off road.
Debido al absoluto enfoque asfático del modelo original, la primera de las opeciones ha consistido en aumentar el recorrido de las suspensiones 20 cm, gracias a unos nuevos muelles en una horquilla (heredada de una Suzuki DR-Z 400), y de la nueva pareja de amortiguadores. Más distancia libre al suelo para esta scrambler que protege su mecánica con un masivo cubre cárter, fabricado de manera artesanal en aluminio, por el que asoma su doble salida de escape. El disco de freno frontal de serie se ha sustituido por uno con perfil ondulado, anclado a la pareja de llantas de 3,5” que calzan unos Michelin AC10 de tacos. La pareja de guardabarros de ambos ejes se ha realizado exprofeso en aluminio, siendo el delantero intercambiable por uno de plástico con salida elevada más acorde con el uso off road al que está dirigida la moto.
El tapizado en piel marrón del asiento encaja a la perfección con la decoración bitono elegida para el depósito. Clasicismo que contrasta con la iluminación LED o la moderna pantalla de instrumentación firmada por MotoGadget.
No sabemos si en algún momento Royal Enfield se animará a incluir en su catálogo, una de sus bicilíndricas para el A2 con orientación scrambler. Pero sin lugar a dudas que, una moto de estas características, haría las delicias del mismísimo Steve McQueen.