Seleccionamos para vosotros 5 de las mejores motos scrambler del mercado, un segmento en pleno auge gracias a la polivalencia ofrecida por estas motos.
El estilo scrambler, tal como lo conocemos hoy, nació en Estados Unidos en la década de los ’50, al adaptar modelos asfálticos a un uso off road, con el fin de participar en las carreras del desierto de California. De ahí se desprenden detalles tan característicos del estilo, como los chasis reforzados, el escape elevado o los neumáticos mixtos, debido al intensivo uso “campero” que iban a recibir. Fueron muchas las marcas que desarrollaron motos scrambler de serie siguiendo estos parámetros, de manera que llegó a convertirse en un segmento más hasta los años ’70. De algún modo podríamos decir que, estas motos fueron las precursoras de las actuales trail.
Unos cuantos años más tarde, con el inicio del nuevo milenio, el segmento resurgió y algunas marcas comenzaron a alinear en sus catálogos modelos scrambler, con mayor o menor acierto. Recordamos algunas como la Suzuki Van-Van, Derbi Mulhacen 695, Moto Morini Corsaro Scrambler o, la exitosa Triumph Scrambler, que ha conseguido permanecer en el catálogo de Hinkley hasta nuestros días. Seguramente nadie se imaginaba en aquel momento la gran acogida que tendría este estilo que, empujado por la ola vintage que asola el mercado, ha permitido a las scrambler afianzarse en los catálogos de muchos fabricantes hasta el día de hoy.
Así que, para todos aquellos que estén buscando “subirse al carro”, pero todavía no tengan claro cuál es la scrambler que mejor se adapta a sus necesidades, hemos seleccionado las 5 mejores motos scrambler que, por unas u otras razones, nos parecen más interesantes:
BMW R nineT Scrambler
El modelo de más cilindrada de nuestra selección es la versión Scrambler de la saga R nineT de BMW. Comparte base con el resto de modelos de la familia, derivada en todas ellas de la primogénita de la saga, con leves cambios en el apartado ciclo que la convierten en una polivalente moto vintage de trail. Mismo chasis tubular de acero, con subchasis desmontable (algo que agradecerán todos aquellos que se embarquen en una transformación) y unas geometrías actualizadas, respecto al modelo roadster (mayor distancia entre ejes y avance), al estar destinada a un uso menos deportivo que esta. Monta, igual que todas las nineT, el motor bóxer de 1.170 cc con refrigeración aire-aceite, repleto de par (119 Nm a 6.000 rpm) que rinde 110 CV. Se beneficia, igualmente, del sistema ABS (de serie), así como de la posibilidad de equiparla con control de tracción ASC.
Las diferencias principales con la precursora de la familia, aunque comunes al resto de integrantes de la familia (Pure, Racer, Urban GS), vienen de la mano de suspensiones y frenos. Delante monta una horquilla convencional, sin posibilidad de regulación, que en el caso de la Scrambler luce unos fuelles de goma, absolutamente vintage. En la parte trasera BMW sigue confiando en el eficaz sistema Paralever, con un único amortiguador. Neumáticos mixtos sobre llantas de aleación, aunque existe la posibilidad de sustituirlas por unas de radios presentes en el amplio catálogo de componentes de la marca. Dos discos de 320mm con pinzas Brembo de 4 pistones delante y una pinza de 2 pistones detrás, se encargan de frenar, asistidos por el ABS, los 220 kg de la scrambler bávara. El escape con doble salida por el lateral izquierdo, firmado por Akrapovic, se encarga de ponerle un ronco sonido al bóxer alemán, a la vez que acentúa el estilo scrambler del modelo.
Está disponible en una única decoración en gris metalizado a un precio de 13.700 €, que podremos incrementar a nuestro antojo gracias a la gran cantidad de, equipamiento especial y accesorios originales que la firma pone a disposición de sus clientes.
Triumph Street Scrambler
La primera en llegar y la última en aparecer, tiene una reputación avalada la cantidad de años que lleva en el catálogo británico. Aunque la Triumph Scrambler es una “vieja conocida”, actualmente se ha reconvertido en la recién llegada Street Scrambler, que comparte apellido con la Street Twin y la Street Cup, con un carácter, al menos sobre el papel, más campero que sus hermanas. Hereda todas las mejoras introducidas en las últimas Bonneville, como el acelerador electrónico, embrague anti rebote, el control de tracción o el ABS en la frenada (ambos desconectables) y, mantiene los detalles característicos de la saga Scrambler como el doble escape sobre elevado (de nuevo diseño) por el lado derecho, el cubre cárter, los neumáticos mixtos, la placa porta número en el lateral izquierdo…
Como novedades en esta última evolución de la Scrambler, destacamos: el nuevo asiento en alcántara dividido en dos partes, que permite sustituir fácilmente la zona destinada al pasajero por una práctica parrilla portabultos; las nuevas estriberas del piloto más anchas y que ofrecen un mejor agarre gracias a su perfil aserrado; el piloto trasero formado ahora por leds, o el diseño del nuevo y completo panel de instrumentación que incorpora indicador de marcha engranada.
El bicilíndrico en línea de 900 cc y 5 velocidades, repleto de par a bajo y medio régimen, ofrece una entrega de potencia muy lineal, lo que convierten a esta “retro trail” en una moto muy fácil de llevar. Además, gracias a la posibilidad de limitarla para el carnet A2, hacen que sea una excelente opción para aquellos que dan el paso hacia una moto grande.
Con un precio de partida de 10.700 € (dependiendo del tipo de acabado) Triumph ofrece, igual que para el resto de la familia Modern Classic, un amplio catálogo de accesorios para todos aquellos que busquen un toque de personalización en su montura.
Ducati Scrambler Desert Sled
La Desert Sled puede presumir de ser la única que respeta el espíritu original del concepto scrambler, al haber sido concebida para un uso más enfocado al off road que el resto de sus competidoras, sin llegar a ser una moto de enduro . Sin embargo, se beneficia de varias actualizaciones, frente al resto de las Scrambler (de Ducati), dirigidas a mejorar su uso fuera del negro asfalto. De ahí que la presentemos como una excelente opción para aquellos que realmente buscan una moto para un uso mixto, con el añadido de su atractiva estética vintage.
Partiendo de la base de la Scrambler Urban Enduro (hasta la llegada de la Desert Sled la integrante más campera de la familia), cuenta con el mismo chasis, aunque en este caso ha sido reforzado. El basculante de aluminio, de nueva factura, ha sido igualmente reforzado y es más largo que el de sus hermanas. Se alarga el recorrido del equipo de suspensiones, hasta los 200 mm y en el tren delantero monta una horquilla invertida Kayaba, regulable en extensión y precarga. Aumenta el avance, distancia entre ejes y altura de asiento, lo que la convierten en la más alta y larga de la saga.
Ver Ducati Scrambler 1100 2018
Otros elementos característicos del modelo con las llantas de radios en dorado (19” delante y 17” detrás), los neumáticos Pirelli Scorpion Rally STR, los guardabarros elevados o el manillar, ahora más ancho, y con barra de refuerzo. Hereda del resto de la saga el equipo de frenos Brembo y ABS firmado por Bosch, formado por discos individuales en ambos trenes donde, una potente pinza de anclaje radial y 4 pistones, muerde el disco de 330mm de la parte anterior. La Desert Sled monta, igualmente, el bicilíndrico de 803 c.c. con 75 CV, del resto de Scramblers, caracterizado por una suave entrega de potencia (dulcificada en las últimas versiones).
Hacernos con “la scrambler de las Scramblers” nos costará 11.190 €, siempre que no se nos pase por la cabeza darle un toque más personal, apoyándonos en el extenso catálogo disponible para la saga más prolífica y hipster de Borgo Panigale.
Benelli Leoncino Trail
Podemos definir a la Benelli Leoncino como, “una scrambler del s.XXI”. El grupo chino Qianjiang, actual propietario de la mítica firma italiana, ha lanzado al mercado esta interesante propuesta scrambler sin apoyarse con tanta firmeza, como el resto de competidoras, en el estilo retro que tan buena acogida tiene en estos momentos. Presentada en el último EICMA, hereda el nombre de un exitoso modelo de la firma de Pesaro durante la década de los ’50 y ’60, la Leoncino 125cc.
Comparte base con la asfáltica Leoncino 500, introduciendo la variante Trail ligeras modificaciones frente a esta. Ambas están ensambladas sobre un chasis tubular, tipo Trellis, con un basculante doble brazo también realizado en tubos de acero, al que está anclado por su lado derecho un mono amortiguador regulable en precarga y extensión. En la parte delantera, una horquilla invertida de 50 mm, incrementa su recorrido hasta los 135 mm, frente a los 125mm de la versión asfáltica. El equipo de frenos incluye ABS y está compuesto por, un único disco lobulado detrás con pinza de dos pistones, mientras que delante usa dos discos, también lobulados, mordidos por pinzas Brembo de anclaje radial y cuatro pistones. Las llantas de radios (19” delante – 17” detrás), montan una pareja de neumáticos “de tacos” (en las fotos), aunque estamos casi seguros de que en la práctica serán mixtos.
En cuanto al propulsor se trata de un dos cilindros en línea de 499,6cc (DOHC), con refrigeración líquida, alimentado por inyección electrónica Delphi, que arroja una cifra de potencia de casi 48 CV; lo que la convierten en una moto polivalente tan adecuada para un uso por la urbe como fuera de esta, y apta para poseedores del carnet A2. Un escape 2 en 1, firmado por Arrow, se encarga de poner la banda sonora al bicilíndrico italiano.
Para terminar, otro de los detalles interesantes de esta moto es, que puede ser nuestra por unos interesantísimos menos de 6.399 €, un precio bastante ajustado para los tiempos que corren, si tenemos en cuenta la combinación entre su cuidado diseño y sus componentes.
Mash Two Fifty
La moto de menos cilindrada de nuestra selección es esta Two Fifty de la firma francesa Mash. Quizás no siga al pie de la letra los estándares scrambler, y se encuentre a medio camino entre estas y una tracker. Sin embargo, creemos que encaja perfectamente con las demandas de quienes buscan una moto, a medio camino entre el asfalto y el campo, con una cuidada estética reto.
Equipa un sencillo monocilíndrico de 250 c.c. (EURO 4) refrigerado por aire, está alimentado por un sistema de inyección electrónica Delphi y es capaz de rendir 20 CV; más que suficiente para nuestros desplazamientos por la urbe y alrededor de esta. El equipo de frenos cuenta con sistema ABS, firmado por BOSCH, y las suspensiones constan de una horquilla invertida en su tren delantero, y dos amortiguadores detrás. La amplia separación entre las botellas de la horquilla, le permiten encajar un neumático mixto de 110.
No obstante, por lo que destaca esta Two Fifty es, por una relación calidad precio (3.445 €) bastante interesante y por su cuidada imagen. Destacamos, entre otros detalles, su manillar ancho con barra de refuerzo, el asiento plano tapizado en marrón, a juego con la pareja de puños, los guardabarros cromados o el diseño del escape, muy en la línea de las motos británicas de los ‘50 y ‘60. La pareja de neumáticos mixtos le dan “mucho rollo”, aunque desconocemos las capacidades off road de esta scrambler gala.